Cuando voy al cine a ver una película, me fijo en tres parámetros: Género, director y actores. Dependiendo de estos tres puntos, intento entender y pensar en lo que me voy a encontrar. En este caso, a esta película, (la cual no dudo que seguramente será el Blockbuster veraniego del 2007, junto con unos personajes amarillos) le pedía entretenimiento. Mucho entretenimiento. Siendo de acción, dirigida por Michael Bay (La Roca, Armageddon, Dos Policías Rebeldes I & II, Pearl Harbor y La Isla), producida por Steven Spielberg y protagonizada por un chico con pinta de patoso, unos actores fácilmente reconocibles y una belleza que quita el hipo, pues le pedía guerra, mucha guerra. Y me complació (No como Spiderman 3 o Los Piratas, que me defraudaron un poco). Así que voy a basar mi crítica en entretenimiento. Y ahí, Transformers, gana por goleada. He leído en muchos lugares que el director trata a su público como si fueran unos idiotas. Pero ni mucho menos. Lo que ocurre es que la mayoría del público quiere ir al cine a divertirse, a estar entretenidos (si vas a ver la última película de Clint Eastwood, Woody Allen o Sam Mendes tienes que pedirles algo más) durante un par de horas. Todos los problemas que tienen en sus vidas deben ser olvidados. Familia, estudios, trabajo… Quieres evadirte de ello. Si eso es conseguido, tendrás al público en el bolsillo. Y aquí se ha conseguido. Bay sabe como motivar al público.
Pero voy dejar de andarme por las ramas, e ir al tema, que es lo que tengo que contar. Voy a comenzar esta crítica comentando los problemas de la película, y dejar lo bueno para el final.
La película tiene un guión PENOSO. Si yo hubiera escrito algo parecido en uno de mis fines de semana de “fiesta” (en mi momento “feliz”), habría escrito algo mejor seguro. La historia podemos pensar que es o bien muy simple, o bien muy complicada.
La película podría describirse así: Historia sobre una guerra extraterrestre que tiene lugar en la Tierra. Dos razas de robots transformables -los villanos decepticons y los amistosos autobots- llegan a nuestro planeta en busca de una fuente de energía. Aquí entablarán una disputa con los humanos de por medio, que tomarán partido por los autobots. La Tierra es la salida para estas máquinas, pues rica en minerales y químicos, representa la salvación para los autómatas, quienes emprenderán una terrible guerra por el preciado combustible... (FILMAFFINITY)
Aunque yo me inclino más por lo primero, he de decir que aún hay cosas que no he entendido bien al no estar explicadas como deberían. Creo que a Bay se le debe de pedir un poco más que unos espectaculares efectos especiales (personalmente, La Isla me gustó bastante, pero creo que el guión y la idea daban para un producto con algo más de calidad).
Otro tema (que a mi particularmente es el que más me ha dolido), es que a la película le falta “alma”, es decir, los efectos especiales (los robots) no me transmiten nada (salvo en la escena del apresamiento de Bumblebee y poco más). En el momento en el que Optimus Prime quiere autodestruirse para salvar el planeta, o cuando rescatan a Witwicky se podría haber hecho algo mejor Eso a mi modo de ver me ha decepcionado un poco.
Pero ahora llega lo bueno (que no es poco).
Visualmente, la película es una autentica gozada. Estos efectos especiales marcan una nueva época, pues son muy creíbles y son diferentes a lo que hemos visto hasta ahora. En muchas películas de este tipo nos preguntábamos donde iban a parar los presupuestos millonarios. En este caso, ya sabemos a donde van. Todos y cada uno de los robots están hechos de manera IM-PRESIONANTE (como diría Jesulín), excepto Megatrón, que Michael Bay quería que metiera miedo (y si lo mete, pero de lo horrendo que es).
El director se mueve como pez en el agua dirigiendo. Le gusta mover muchísimo la cámara (aquí hay de vez en cuando alguna cámara lenta para que observemos con detenimiento a los robots, ya que cada fotograma tardó 18 horas en realizarse). Aunque no le saca el jugo a la historia, si sabe lo que le gusta al espectador, y eso se le agradece mucho.
Shia LaBeouf me ha sorprendido muy gratamente. Con par de escenas le coges cariño rápidamente al personaje. Creo que el próximo año este actor puede hacerlo muy bien como hijo de Harrison Ford en la cuarta parte de Indiana Jones, (a este film si le pido algo más que simple entretenimiento). A su lado, una belleza que va a dar mucho que hablar, Megan Fox, que aunque es la chica florero, por lo menos se pasea mucho rato por la pantalla, y eso se agradece a la vista.
También andan por ahí Jon Voight como ministro de Defensa (y con cara de no saber en que anda metido), John Turturro con un personaje desaprovechado. Amaury Nolasco y Josh Duhamel (uno que está de vacaciones después de escapar de la cárcel y otro que se toma un respiro del Montecito para matar robots gigantes). Tyrese Gibson, Rachael Taylor (otro regalo para la vista) y Anthony Anderson (graciosete). Bernie Mac tiene un cameo bastante divertido.
En definitiva, una película con unos grandes tópicos, pero que se pasa en un suspiro (y dura dos horas y cuarto). Yo disfrute como hacía mucho que no disfrutaba en una sala de cine, y no me importan los errores, los fallos de guión. Creo que esta será la película del verano (Los Simpson será la que dispute ese puesto). Me lo he pasado en grande con esta película llena de fuegos artificiales.
Lo mejor: Los efectos especiales, Shia LaBeouf (tiene futuro).
Lo peor: El guión.
Nota: 8,5/10 (En cuanto a argumentos de entretenimiento). 6 (Como película).