La fauna de la noche

Durante todo el año, en mis salidas nocturnas por la bella ciudad de Gijón, he ido observando poco a poco a la gente que puebla las discotecas, los bares, los pubs de la ciudad. Ciudadanos anónimos, pero reconocibles en cualquier lugar del mundo. Cada persona es un mundo, pero seguro que habeís visto a todos los que voy a ennumerar aquí.

1. El ligón: Es alguien a quién ves entrar en cualquier sitio, con su pelo engominado y duro como el cemento, caminando con la seguridad de un cobrador de Hacienda hacía cualquier chica (pero cuanto más buena esta la tía, más ligón es). Habla con ella, se la lleva, y no vuelves a verlo en toda la noche. Al día siguiente, cuando lo volvemos a ver, el muy cabrón tiene una sonrisa de oreja a oreja que hace que te entren ganas de estrangularle.

2. El quejica-amargado: Es aquel que al entrar en un local pone pegas a TODO ("¿Qué alta esta la música, no?", "Buff, yo a ese bar de heavys no entro", "Yo no entro a ese antro"). Su mejor excusa para convencer al resto del grupo es: "Aquí no hay muchos/as tios/as" (Dependiendo del sexo que tenga). Aunque tengas mucha energía, poco a poco te irá contagiando hasta que desees irte de allí (aunque no sabes si es porque te ha convencido o porque no quieres aguantarlo más).

3. El bailarín: Este se suele encontrar en la discoteca o en pubs con la música alta y grandes espacios. Es un tipo que suele bailarlo TODO, desde alguna horrible canción veraniega hasta el techno-trance más alocado. Poco a poco se va haciendo el rey de la pista, hasta que llega a su momento cumbre: La gogotera. Se vuelve el centro de atención mientras hace la coreografía de , y al terminar, después de hacer el ridículo, recibe su merecido: Sus amigos no le dirigen ni siquiera la mirada durante unos días (para que aprenda). Se han dado casos de bailarines abandonados en las carreteras españolas en vacaciones, así que ten cuidado. Recuerda: Tu no lo harías.

4. El ligón frustrado: Es aquel que va al a discoteca a intentar ir a por todas las tias que se muevan por el lugar. Comienza con un nivel de busqueda alto, pero poco a poco va bajandolo, hasta que sus amigos comienzan a dejarle apartado mientras mira a todas las tias, pero no le entra a ninguna. Al día siguiente se queja de lo mal que le ha ido. Es un caso perdido.

5. El sujeta-paredes: Es una mezcla de quejica-amargado y ligón frustrado. Llega al local, se pide un cacharro y se mueve hasta una columna donde se queda inmovil toda la noche. Sólo se mueve para ir al lababo. Hay casos de sujeta-paredes que se han quedado hasta al día siguiente en el local porque no los habían visto.

6. El amigo de todos: Este es un crack. Entra en los locales y no baila, ni bebe, ni liga. ¿Por qué? Porque se pasa todo el día saludando a todo el mundo del lugar. Conoce a todo el mundo, y si la gente no lo conoce, le saluda igual para no quedar mal. Son unos relaciones públicas cojonudos.

7. El cuentavidas: Este personaje suele estar borracho. Da igual que lo conozcas que no, porque como te hable y encima gilipollas de tí, le des conversación, te va a contar hasta la vez que su abuela le dió su primer Euro. Es como el quejica, pero que te cuenta su vida. Tiene la brillante idea de desahogar sus penas contandote todo lo malo que le ha pasado ese día, o esa semana. Todo lo que cuenta conlleva al cabreo o aburrimiento de otros amigos.

8. El extraño: En TODOS los bares, discotecas o locales siempre hay un tipo (de unos 40 años) que está en la barra solo, bebiendo cerveza (por lo general). Suele entablar amistad con el camarero. Si está en la discoteca, es una especie de sujeta-columnas veterano, al cual le han dado un lugar preferente en el local.

9. El borracho: Cualquiera de las personas descritas normalmente tienden a estar con alguna copa de más que les lleva a otro comportamiento.

Con esto creo que abarco a la mayoría de las personas que van por ahí de noche. Otro día hablaré sobre las tribus urbanas nocturnas.