Ardor guerrero vibre en nuestras voces y de amor patrio henchido el corazón entonemos el himno Sacrosanto del deber, de la Patria y del Honor ¡Honor!...
Así comienza el himno de infanteria del ejercito español. Os preguntareís: ¿A que viene esto? Pues os daré una explicación. Dos grandes amigos mios (de los mejores) se marchán al Líbano durante varios meses (con el ejercito no puedes estar nunca seguro).
En un día como hoy, entraron en mi vida un par de personajes, y no volvieron a salir. Uno de ellos el tipo más extrovertido que he conocido en toda mi vida, alguien con un buen corazón, pero tal vez con muy mala cabeza en la mayoria de las veces. El otro, un caradura con apariencia de macarra, pero no asustaba ni a las palomas.
Yo estaba cerrando una etapa de mi vida más bien complicada y bastante tediosa, y aparecieron estos dos caballeros (por así llamarlos) que me sufrieron en los buenos y malos momentos. Incluso he de decir que cambié de instituto (no teniendo plaza durante 4 meses) por "culpa" de uno de ellos (hoy en día sigo dandolé las gracias por romperme la solicitud). El otro escogió una vida más sencilla, con trabajos fáciles y dinero rápido.
Y llegó un momento en el que uno de ellos, decidió que ya era suficiente, que ya tenía edad para saber lo que quería ser de mayor. Y eso le llevo a un cuartel, con un traje verde y un arma en las manos. Eso chocaba moralmente con lo mis ideas y me sentí dolido (y, porque no decirlo, un poco cabreado porque yo aún no sabía que quería hacer con mi vida. Hoy en día aún me lo pregunto), pero lo acepté, porque creo que dos personas bien distintas pueden vivir en armonia. Pero no acabó su formación, y volvió a casa. Me creí que había cambiado de opinión.
Pero, como siempre, me equivoqué (muy frecuente en mí), y regresó un par de años después. Y se llevó con el a mi otro amigo. Los dos se fueron unos meses, y volvieron. Pero ya no eran los mismos. Cada día que pasaba pude notar su cambio de actitud, su seriedad, sus problemas. Pero algo no cambiaba. Nuestra amistad. Siempre había algún rato para charlar del día a día. Y eso cuando vuelvan, seguirá siendo así.
Ya se que esto no es un fotolog y no tendría que contar mi vida, pero creo que está ocasión lo merecía. Estos días he abandonado mi espacio virtual por estas dos personas. No quiero despedirme sin que sepan lo que significan que esten en mi (aburrida) vida.
Pero, como dijo un amigo el otro día: "Cada minuto que pasa es único y precioso, aprovechalo, porque no volverá jamás." (Seguro que lo encontró en internet).
Lo único que me queda por deciros, es: ¡No compreis un burka!
Así comienza el himno de infanteria del ejercito español. Os preguntareís: ¿A que viene esto? Pues os daré una explicación. Dos grandes amigos mios (de los mejores) se marchán al Líbano durante varios meses (con el ejercito no puedes estar nunca seguro).
En un día como hoy, entraron en mi vida un par de personajes, y no volvieron a salir. Uno de ellos el tipo más extrovertido que he conocido en toda mi vida, alguien con un buen corazón, pero tal vez con muy mala cabeza en la mayoria de las veces. El otro, un caradura con apariencia de macarra, pero no asustaba ni a las palomas.
Yo estaba cerrando una etapa de mi vida más bien complicada y bastante tediosa, y aparecieron estos dos caballeros (por así llamarlos) que me sufrieron en los buenos y malos momentos. Incluso he de decir que cambié de instituto (no teniendo plaza durante 4 meses) por "culpa" de uno de ellos (hoy en día sigo dandolé las gracias por romperme la solicitud). El otro escogió una vida más sencilla, con trabajos fáciles y dinero rápido.
Y llegó un momento en el que uno de ellos, decidió que ya era suficiente, que ya tenía edad para saber lo que quería ser de mayor. Y eso le llevo a un cuartel, con un traje verde y un arma en las manos. Eso chocaba moralmente con lo mis ideas y me sentí dolido (y, porque no decirlo, un poco cabreado porque yo aún no sabía que quería hacer con mi vida. Hoy en día aún me lo pregunto), pero lo acepté, porque creo que dos personas bien distintas pueden vivir en armonia. Pero no acabó su formación, y volvió a casa. Me creí que había cambiado de opinión.
Pero, como siempre, me equivoqué (muy frecuente en mí), y regresó un par de años después. Y se llevó con el a mi otro amigo. Los dos se fueron unos meses, y volvieron. Pero ya no eran los mismos. Cada día que pasaba pude notar su cambio de actitud, su seriedad, sus problemas. Pero algo no cambiaba. Nuestra amistad. Siempre había algún rato para charlar del día a día. Y eso cuando vuelvan, seguirá siendo así.
Ya se que esto no es un fotolog y no tendría que contar mi vida, pero creo que está ocasión lo merecía. Estos días he abandonado mi espacio virtual por estas dos personas. No quiero despedirme sin que sepan lo que significan que esten en mi (aburrida) vida.
Pero, como dijo un amigo el otro día: "Cada minuto que pasa es único y precioso, aprovechalo, porque no volverá jamás." (Seguro que lo encontró en internet).
Lo único que me queda por deciros, es: ¡No compreis un burka!
1 comentario:
j0 alexX! p0k0 máSs i me haceSs lloRaR... =[ Si es Que es pReci0so lo Que has escRit0! ^^
En bReveSs loS tenem0s aká! =]
Un besaz0 niinio [k]*
i Si! i0 opt0 xQ esa frase Que un amiigo tuyo dijo la saxó de inteRnet! =P
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